Personalidad de "debate"(ENTP-A / ENTP-T)

Seguir los pasos de pensadores peligrosos e independientes. Exprese una opinión sin miedo a la controversia. Di lo que piensas y prefiere que te traten como a un enfermo mental antes que sufrir el estigma de la obediencia ciega. Adopta una postura y defiende los temas que consideres importantes, ¡pase lo que pase!
Thomas J. Watson

El tipo de personalidad polemista es un opositor deliberado, experto en hacer trizas opiniones y principios y esparcirlos por el aire para que todos los vean. A diferencia de los tipos de personalidad más comprometidos, los polemistas no lo hacen para alcanzar un significado más profundo u objetivos estratégicos, sino simplemente porque es divertido. Nadie disfruta más de una reunión de mentes que el polemista, ya que le da la oportunidad de utilizar su inteligencia y conectar ideas diferentes para demostrar su punto de vista.

Crea una extraña yuxtaposición en la que pueden ser muy honestos y al mismo tiempo defender un punto de vista en el que no creen, demostrando un hecho desde el punto de vista de otra persona con una perspectiva alternativa.

Sostener deliberadamente la opinión contraria no sólo proporciona al tipo de personalidad de polemista una mejor comprensión de cómo piensan los demás, sino también una mejor comprensión del punto de vista opuesto, ya que el polemista es con quien se está discutiendo.

Esta táctica no debe confundirse con el entendimiento mutuo que buscan los diplomáticos: los polemistas siempre buscan el conocimiento, y ¿qué mejor manera de buscar el conocimiento que atacar o defender un punto de vista desde todos los ángulos?

“辩论家” 人格 (ENTP-A / ENTP-T)

Aquí no hay reglas: ¡queremos alcanzar objetivos!

A pesar de no estar bien vistos por los demás, a los tipos de personalidad Pundit les gusta encontrar formas alternativas de pensar y entrenar sus mentes en formas convencionales de pensar, lo que les da una posición insustituible en situaciones en las que necesitan mejorar un sistema existente y salirse del molde para descubrir una nueva forma de avanzar. Sin embargo, el trabajo diario de llevar las ideas a la práctica puede ser insoportable. "A los expertos les encanta aportar ideas y son ambiciosos, pero hacen todo lo posible por evitar el trabajo tedioso. Sólo representan alrededor del 3% de la población, lo que no es ni mucho ni poco, y pueden crear ideas novedosas para que luego la logística de la puesta en práctica y el mantenimiento corra a cargo de un número mucho mayor de otros tipos de personalidad más exigentes.

"La capacidad de debate de los polemistas puede resultar molesta: aunque se aprecia cuando es necesaria, no funciona tan bien cuando se trata de molestar a los demás, como cuestionar abiertamente a un jefe en una reunión o criticar cada palabra de un compañero. Esto se ve agravado por su naturaleza franca; no se andan con rodeos y no tienen interés en que se les considere emotivos y compasivos. Las personas de ideas afines se llevarán bien con los "polemistas", pero para los tipos más sensibles, y para la sociedad en su conjunto, suele haber una oposición al conflicto, una preferencia por la emoción, el apaciguamiento e incluso las mentiras piadosas frente a las verdades desagradables y la razón fría.

Esto puede ser desalentador para los "polemistas", que se encuentran inadvertidamente metidos en problemas con sus bromas argumentativas, como cuando cuestionan las creencias de otra persona sin tener en cuenta sus sentimientos y dan en el clavo. Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti, el Debatiente no tolera que le mimen y no le gusta que le hablen con desprecio, sobre todo cuando pide ayuda. El tipo de personalidad Debatiente se siente respetado por su visión, confianza, conocimientos y agudo sentido del humor, pero le resulta difícil utilizar con éxito estas cualidades para desarrollar amistades más profundas y relaciones románticas.

Una carga de trabajo aparentemente pesada hace que se corra el riesgo de perder oportunidades

Los "debatientes" tienen que ir más allá en la utilización de sus talentos: su independencia intelectual y su libre imaginación son inestimables cuando son directivos, o pueden ser escuchados por los directivos, pero la persistencia necesaria para alcanzar esa posición es su mayor dificultad.

Una vez que se han asegurado esa posición, los "polemistas" tienen que recordar que si quieren hacer realidad sus ideas, los demás tienen que sumarse a ellas: si dedican más tiempo a ganar discusiones que a crear consenso, se darán cuenta de que el apoyo que tienen no les basta para triunfar. Tan adeptos a ser deliberadamente contrarios, las personas con este tipo de personalidad descubrirán que los retos intelectuales más complejos y gratificantes residen en comprender una perspectiva más emocional, y en entender el cuidado y el compromiso sin dejar de hacer hincapié en la lógica y el desarrollo.

Sugerencias y comentarios Póngase en contacto con nosotros